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De lo lógico, lo estúpido y lo injusto

Humberto Pacheco [email protected] | Martes 15 enero, 2013


No vamos a repetir aquí las lógicas razones que hemos reiterado de porqué privatizar los servicios médicos, pero está muy claro que habrá que hacerlo tarde o temprano


TROTANDO MUNDOS

De lo lógico, lo estúpido y lo injusto

La Comunidad de Madrid, con una población un poco mayor a la de Costa Rica, ha decidido abrir el camino a la privatización de los servicios de Seguridad Social porque ya no puede mantenerlos. Sabemos que no han leído nuestras múltiples columnas impulsando esta solución en Costa Rica, como tampoco las han leído los ticos que insisten en creer que instituciones empresariales como la Caja, forman parte de nuestro aserbo soberano. Por tanto tenemos que concluir que los madrileños llegaron a esa solución porque es muy lógica. Igual que los checos que los precedieron. Los costos crecientes, sumados al queque de los bienes del estado, hace prohibitivo su mantenimiento en manos públicas.
Los españoles también están contemplando el cobro de un euro por receta despachada, pero sobre este tema no nos hemos formado opinión aunque probablemente no estemos de acuerdo.
La mayoría de sus motivos son los mismos que afectan nuestro Seguro Social, entre éstos gollerías, abusos en las compras, costo de las instalaciones, planillas excesivas, pérdidas por huelgas constantes (mil setecientos cuarenta millones de euros solo en esto último), operaciones de pacientes que no se realizan y muchos otros más.
No vamos a repetir aquí las lógicas razones que hemos reiterado de porqué privatizar los servicios médicos, pero está muy claro que habrá que hacerlo tarde o temprano; temprano, mientras todavía la cosa sea manejable, o tarde, cuando estemos igual de jodidos que los españoles.
No sabemos sí por teatro político o con sinceridad (es difícil saber con esa camada) los diputados han planteado exijir licencia para tener mascota. En un país en el que las leyes están pintadas en la pared porque nadie las exige, es una sinrazón de tal calibre que de veras resulta “genial”. No educan a quienes deben educar, pero a cientos de costarricenses que asumen que estamos de vagos nos van a dar un curso en el Senasa. Por amor de Dios señores y señoras, aprieten las clavijas con quienes maltraten a las mascotas, que en muchos casos no son ni siquiera sus propietarios, y obliguen al Senasa a procesarlos. Pero no salgan con esas “genialidades”. No sumen ésta a la estupidez de mandar a cientos de miles de costarricenses a hacer fila interminable PERSONALENTE a una oficina de gobierno para registrar su dirección, cuando es tan fácil hacerlo por correo o por email o al renovar la licencia.
El indulto de un reo condenado que no calentó siquiera su celda a cambio de un voto en el Congreso, nos molestó profundamente. Huelga entrar en explicaciones jurídicas después de que nuestro ilustre colega Juan José Sobrado lo explicó con puntos y comas. Pero al menos habíamos esperado (que fe la nuestra) que, sí tan solo para tapar el sol de esa torta con un dedo, revisarían la situación del Agente del OIJ que fue condenado a 12 años de prisión por dar muerte a un criminal peligroso. Consideramos que por contraste, su sentencia es muy rigurosa.
Moraleja, ser diputado o amigo de alguno con voto es la mejor garantía de impunidad. Sí no que lo digan los choferes ebrios.


Humberto Pacheco A., M.C.L.

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