Acciones urgentes piden instituciones y colectivos ante inseguridad en zona turística del Caribe

Las alarmas se encendieron nuevamente en el país tras la denuncia de agresión sexual contra una turista de origen danés, la semana anterior en Puerto Viejo de Limón, uno de los destinos más importantes en el caribe costarricense.

Y es que tras salir a la luz este nuevo caso de violencia, actores locales de la zona y grupos organizados femeninos expusieron el nivel de inseguridad que se vive y reiteraron denuncias realizadas en el pasado de casos similares de agresión contra mujeres.

Lea más: “Es urgente la inversión en seguridad”: Roger Sans, presidente Cámara Turismo Caribe Sur

Así lo sostiene el colectivo de mujeres Unidas por Talamanca, que asegura que estas denuncias no son nuevas y desde tiempo atrás vienen alertando de la problemática en el Caribe, por lo que incluso han realizado jornadas de capacitación para tratar de erradicar este flagelo.

“La ausencia del Estado es histórica en la región, no solo en el tema de seguridad de la vida de las mujeres, hay una deuda compleja que exigimos saldar”, dijo el colectivo.

Una de las primeras instituciones en manifestarse sobre este caso fue el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), quien solicitó al Ministerio Público una atención prioritaria para frenar la ola de agresiones en la zona.

“Desde el Inamu nos hemos puesto a disposición de la comunidad de Puerto Viejo, quienes han venido enfrentando la violencia contra las mujeres desde hace ya varios años”, dijo Marcela Guerrero, presidenta del Instituto.

Lea más: Colectivo feminista del Caribe exige acciones concretas ante creciente violencia contra mujeres turistas

Para la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), la ocurrencia de eventos violentos contra mujeres deja en evidencia que la seguridad se ha venido deteriorando en distintas zonas del país, incluyendo las turísticas.

“Es lamentable que zonas tan bellas se vean opacadas por cualquier tipo de violencia y aún más, si es violencia sexual; no es justo que mujeres que decidieron vacacionar en nuestro país se sientan intranquilas durante su estancia o peor aún que regresen a su país con sus derechos e intimidad vulnerados, las autoridades no deben perder un minuto para recuperar la seguridad en estas zonas”, dijo Shirley Calvo, directora de Canatur.

Posición similar tienen actores locales del Caribe, que aseguran que durante años han expuesto la falta de recursos y condiciones para ofrecer mayor seguridad tanto a las mujeres de la zona, como a las turistas que deciden visitar Puerto Viejo.

Así lo asegura Roger Sans, presidente de la Cámara de Turismo y Comercio Caribe Sur, advirtiendo que la inversión de recursos en tema de seguridad es fundamental.

“Es urgente la inversión en seguridad en el Caribe Sur, uno de los polos de atracción turística más importantes del país y sin delegaciones de la Fuerza Pública ni en Cahuita ni en Puerto Viejo (con una delegación provisional desde hace ocho años), aunado al inminente desalojo de la Policía Turística nos deja en manos del hampa, los abusadores y los peligros que acechan el país”, dijo Sans.

No es la primera vez que el país se ve expuesto a nivel internacional por este tipo de situaciones, ya que, en el 2018 tres mujeres de España, México y Venezuela fueron agredidas de manera sexual y asesinadas.

Se trata de los casos de homicidio de la venezolana Carla Stefaniak, la española Arantxa Gutiérrez y la mexicana María Trinidad Matus.

Sin embargo, la “efervescencia” de este nuevo caso de agresión no debería quedar en las críticas y cuestionamientos desde diferentes sectores, sino más bien en la oportunidad de encontrar las soluciones urgentes para atacar la problemática, iniciando en el Caribe Sur.

Por este motivo, diversas instituciones de gobierno, autoridades de seguridad, organizaciones locales y grupos de mujeres se han reunido y plasmado una serie de acciones específicas para enfrentar la inseguridad.

Todos los sectores que participaron en la reunión acordaron emprender acciones durante todo el mes de enero para atender las demandas y articular un plan de trabajo que permita devolver la seguridad en la comunidad de Puerto Viejo.