Añita Mikilona, locura y ciencia impulsan a la Sele para mentalizarse a ganar el Mundial

“Si vas a soñar por lo menos que sea en grande”, dice una frase que está calando entre los pasillos del hotel de concentración de la Selección de Costa Rica, en donde jóvenes y experimentados se han unido para dejar las excusas de lado y trabajar por un objetivo más fuerte que llegar a participar en el Mundial de Catar 2022; y es luchar por levantar la Copa del Mundo.

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Sí, y es que para muchos suena risible, increíble, poco alcanzable y en ocasiones hasta iluso, tan siquiera pensar el hecho de que se pueda soñar con ser parte de la final del máximo evento que organiza la FIFA cada cuatro años, pero para los ticos se convirtió en una meta por alcanzar.

Un grupo de jugadores, comandado por Luis Fernando Suárez, que hace ocho meses, conocedores y expertos, daban por muertos en sus posibilidades de clasificar a la fiesta mundialista, pero que decidieron cambiar la mentalidad de “trataremos de dar lo mejor” por un “vamos a buscar esa clasificación”; hoy se atreven a exponer sus metas, dejando de lado los temores a ser juzgados.

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Y es que, con el boleto en las manos, ubicados en el Grupo E junto a España, Japón y Alemania (un grupo nada fácil) la Tricolor cambia sus planes y más allá de superar llegar a la fase de cuartos de final, los ticos quieren ser parte del cierre mundialista.

¿Pero de donde nace esta, para muchos, loca idea?

El psicólogo de La Sele, Felipe Camacho, nos explica y revela varios secretos de lo interno del camerino de Costa Rica.

Nace de la ciencia, pero sobre todo en la cabeza del profesor Luis Fernando Suárez, y esto simplemente representa el objetivo para lo que vinimos a esta Copa del Mundo y le pusimos la frase de Añita Mikilona, porque eso se ha convertido en nuestra lanza de batalla, en nuestro clima deportivo, laboral y en la cultura del equipo. Todos sabemos que Añita Mikilona significa juntos hasta el final y juntos hasta el final iremos por este nuevo objetivo, que es alzar la Copa del mundo.

¿Cuándo inició y cómo se trabajó con el equipo?

En la gira por República de Corea se hizo un gran trabajo encabezado por el director técnico, pero los muchachos por fortuna han tenido una apertura total. Al inicio se sorprendieron, se cuestionaban de lo que era y qué iba a suceder, pero cuando el “profe” les explicó cuál era el objetivo y cuando yo entré con argumentos científicos para explicarles que no solo era tener la meta clara, sino tener algo simbólico que lo represente, creo que se convencieron y por eso ahora están todos enfocados y mentalizados en que trabajamos para conseguir este gran objetivo.

¿Qué se busca?

Queremos hacer una programación de manera subliminal e inconsciente, porque ellos no tienen que hacer nada con la Copa, simplemente saben qué significa, por qué lo tenemos y el solo hecho de tenerlo a ellos les genera una “neuro-asociación”, como un clic en el cerebro que les recuerda ciertas cosas que hemos trabajado y simplemente como algo que está ahí pero a la vez no está, o sea creamos una programación subliminal e inconsciente.

Pero no solamente es tenerlo ahí y decirlo, debe existir una coherencia, trabajar por ese objetivo fuerte y aunque nadie puede garantizar que se va a lograr, estaríamos cerebralmente con muchas más posibilidades de lograrlo.

¿Que nos llamen “locos” de ahora en adelante?

Las personas que verdaderamente han ganado cosas y no solo en lo deportivo, sino en la música, en el arte, en la ciencia, donde quieran, empiezan por tener grandes sueños, ambiciosos por ser, mal llamados, “locos”. Si ellos están declarando que quieren ser campeones pues como cuerpo técnico nos sentimos orgullos porque estamos cambiando la mentalidad del jugador.

A partir del 23 de noviembre que nos llamen “locos” y es que una vez escuche la frase que dice: “ningún realista jamás cambió la historia de la realidad” de y muchas de esas personas que se les llamó locos por tener un sueño o un objetivo grande se les dejó de llamar “locos” cuando lo consiguieron.