Compañías cambian contaminación por árboles
Redacción La República [email protected] | Miércoles 24 octubre, 2007
Sector se alía para reducir efectos de emisión de gases en el ambiente
Compañías cambian contaminación por árboles
Industrias pueden gozar de la reducción de impuestos de sus productos
María Krystal Echeverría
[email protected]
El sector empresarial se unió con la idea de mitigar los efectos del cambio climático producido por la emisión de gases al ambiente.
Mediante la reforestación de árboles nativos, el Centro Científico Tropical (CCT) creó el proyecto sello Amigable con el Cambio Climático, con el cual se pretende que las compañías establecidas en el país unan esfuerzos en pro de la naturaleza.
“Con este programa no solo se capturan las emisiones de carbono sino que también se favorece la biodiversidad nacional al sembrar los árboles alrededor de zonas acuíferas”, indicó Enrique Ramírez, director ejecutivo del CCT.
Mediante la compra del sello Amigable con el Cambio Climático, las personas y empresas tienen la oportunidad de donar árboles nativos del país para ser cultivados en zonas reforestadas, mediante el pago de una cuota que permite sembrar cierta cantidad de especies al año.
“Si una persona está interesada en colaborar, se le miden las emisiones de carbono que produce su vehículo al año y se calcula la cantidad de árboles necesaria para mitigar los efectos del carbono; así por ejemplo, una persona que deba pagar $60 anuales tendrá que sembrar 11 árboles al año”, manifestó Ramírez.
El estudio de emisiones de carbono de vehículos y flotillas de las industrias participantes es realizado por el Laboratorio de Química de la Atmósfera de la Universidad Nacional (UNA); la donación de árboles es efectuada por el vivero del Instituto de Servicios Forestales de la misma entidad académica.
Desde que se implementó el programa, alrededor de 18 empresas entre las que se encuentran importadores de licor, transporte marítimo, tour operadores, agroindustrias, tabacaleras, beneficios de café y rent a car, se han afiliado a esta iniciativa.
Uno de los beneficios más importantes que reciben las industrias participantes es la diferenciación de su producto en el mercado, así como la reducción de impuestos de sus productos en Estados Unidos.
Asimismo, el proyecto resulta llamativo para otras entidades fuera del país que se han interesado por incursionar en este campo. Tal es el caso de la Cámara de Ganaderos de Guatemala, que planea implementar este proyecto en todas las zonas pecuarias de ese país.
Las zonas del territorio nacional escogidas para sembrar árboles son aquellas que se encuentran en un avanzado estado de degradación.
Entre las áreas planteadas se encuentran el Corredor Biológico Monteverde-Nicoya, San Juan-La Selva, Alexander Skuch y la zona de amortiguamiento del Parque Nacional La Amistad.
“El problema del cambio climático es el más grave del planeta, y si no hacemos nada al respecto, ni cambiamos el modelo de desarrollo actual, el mundo puede convertirse en un desierto”, aseveró Ramírez.
Entre los proyectos que tiene el Centro Científico Tropical respecto a este programa, están su regionalización e implementación en República Dominicana; asimismo, la inclusión en el programa de dos entidades bancarias nacionales y del Banco Centroamericano de Integración Económica.
Desde su implementación, el proyecto ha logrado la siembra de unos 2.800 árboles.
Compañías cambian contaminación por árboles
Industrias pueden gozar de la reducción de impuestos de sus productos
María Krystal Echeverría
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El sector empresarial se unió con la idea de mitigar los efectos del cambio climático producido por la emisión de gases al ambiente.
Mediante la reforestación de árboles nativos, el Centro Científico Tropical (CCT) creó el proyecto sello Amigable con el Cambio Climático, con el cual se pretende que las compañías establecidas en el país unan esfuerzos en pro de la naturaleza.
“Con este programa no solo se capturan las emisiones de carbono sino que también se favorece la biodiversidad nacional al sembrar los árboles alrededor de zonas acuíferas”, indicó Enrique Ramírez, director ejecutivo del CCT.
Mediante la compra del sello Amigable con el Cambio Climático, las personas y empresas tienen la oportunidad de donar árboles nativos del país para ser cultivados en zonas reforestadas, mediante el pago de una cuota que permite sembrar cierta cantidad de especies al año.
“Si una persona está interesada en colaborar, se le miden las emisiones de carbono que produce su vehículo al año y se calcula la cantidad de árboles necesaria para mitigar los efectos del carbono; así por ejemplo, una persona que deba pagar $60 anuales tendrá que sembrar 11 árboles al año”, manifestó Ramírez.
El estudio de emisiones de carbono de vehículos y flotillas de las industrias participantes es realizado por el Laboratorio de Química de la Atmósfera de la Universidad Nacional (UNA); la donación de árboles es efectuada por el vivero del Instituto de Servicios Forestales de la misma entidad académica.
Desde que se implementó el programa, alrededor de 18 empresas entre las que se encuentran importadores de licor, transporte marítimo, tour operadores, agroindustrias, tabacaleras, beneficios de café y rent a car, se han afiliado a esta iniciativa.
Uno de los beneficios más importantes que reciben las industrias participantes es la diferenciación de su producto en el mercado, así como la reducción de impuestos de sus productos en Estados Unidos.
Asimismo, el proyecto resulta llamativo para otras entidades fuera del país que se han interesado por incursionar en este campo. Tal es el caso de la Cámara de Ganaderos de Guatemala, que planea implementar este proyecto en todas las zonas pecuarias de ese país.
Las zonas del territorio nacional escogidas para sembrar árboles son aquellas que se encuentran en un avanzado estado de degradación.
Entre las áreas planteadas se encuentran el Corredor Biológico Monteverde-Nicoya, San Juan-La Selva, Alexander Skuch y la zona de amortiguamiento del Parque Nacional La Amistad.
“El problema del cambio climático es el más grave del planeta, y si no hacemos nada al respecto, ni cambiamos el modelo de desarrollo actual, el mundo puede convertirse en un desierto”, aseveró Ramírez.
Entre los proyectos que tiene el Centro Científico Tropical respecto a este programa, están su regionalización e implementación en República Dominicana; asimismo, la inclusión en el programa de dos entidades bancarias nacionales y del Banco Centroamericano de Integración Económica.
Desde su implementación, el proyecto ha logrado la siembra de unos 2.800 árboles.