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Error mayúsculo

Nuria Marín [email protected] | Lunes 21 mayo, 2012



Creciendo junt@s
Error mayúsculo

Hace pocos días JP Morgan Chase, el mayor grupo financiero por volumen de activos de Estados Unidos, admitió un error “mayúsculo” que le generó en seis semanas una pérdida de $2 mil millones. Al momento de escribir esta columna la pérdida se había incrementado en un 50%, a $3 mil millones, y analistas anticipaban que las pérdidas podrían aumentar.
En el centro del huracán se encuentra Bruno Iksil, conocido en el medio financiero como la “ballena de Londres” y al que recientemente se le ha apodado como “Voldemort”. El y su oficina son los responsables de asumir posiciones ¿apuestas? equivocadas en una cartera con derivados.
Si bien esta millonaria suma no tambalea al fornido grupo financiero, pues pese a la abultada pérdida aún tendrá ganancias en el cuatrimestre iguales o mayores a su pérdida, lo sucedido es un nuevo llamado a la reflexión sobre un sistema financiero amante del riesgo y que pareciera no aprendió lo suficiente de la reciente crisis.
Imposible dejar de recordar cómo una compleja estructuración financiera inmobiliaria detonó la caída de grupos centenarios como Lehman Brothers o Bearn Stearns, y los necesarios pero cuestionados paquetes de rescate a costa de los contribuyentes, a gigantes financieros y de seguros, como la AIG.
Las reacciones no se han hecho esperar, con las renuncias de Iksil y su jefe Ina Drew exjefe de inversión del conglomerado. Ya se han planteado demandas por inversionistas y la Reserva Federal anuncia una investigación, ¿error o ilegalidad?
El valor de la acción ha caído y la calificadora Fitch le ha rebajado la nota crediticia de AA- a A+. Lo sucedido ha contagiado también los mercados bursátiles ya de por sí nerviosos, entre otros por los eventos en Grecia, la crisis soberana en Europa y la lenta recuperación estadounidense, basta ver la caída del indicador Dow Jones.
Para el sector financiero el momento político no podría ser más complejo. Actualmente se tramitan en el Congreso de Estados Unidos varias reformas que promueven mayor regulación y justamente Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, y catalogado por el New York Times como el “menos odiado de los banqueros” ha sido uno de los más respetados opositores a la nueva regulación.
De momento y en términos futbolísticos, en el encuentro de “Main Street” (ciudadanos comunes de la calle) versus “Wall Street” (banqueros) el segundo se acaba de infligir un autogol.
Para el presidente Barack Obama, a quien le toca buscar un difícil balance entre mayor regulación y el fomento a mayor inversión y crecimiento económico, lo sucedido a JP Morgan Chase añade complejidad y le resta margen de maniobra de cara a las voces más radicales del Capitolio y el componente electoral.
El tema nos atañe a todos. En un mundo globalizado e interdependiente tenemos que blindarnos contra los “Voldemorts” del mundo sin caer en el otro extremo de crear camisas de fuerza que frenen la aún frágil recuperación global.

Nuria Marín

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