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José María Rico Cueto: Primer Caballero de la República de Costa Rica

Vladimir de la Cruz [email protected] | Miércoles 24 abril, 2019


No lo traté como persona, apenas lo saludé tres veces, acompañando a Laura Chinchilla Miranda, Presidenta de la República 2010-2014. Las veces que lo saludé siempre me produjo una grata sensación y respeto.

Español de la región de Granada, nacido al término de la I Guerra Mundial, quien se hizo abogado en la Universidad de Granada, Doctor en Derecho, y luego continuó sus estudios en la Universidad de París I, Pantheón-Sorbone, obteniendo una licenciatura en derecho y un diplomado en criminología, destacándose desde entonces en el campo Derecho Penal, carrera que ejerció por más de 30 años en el Departamento de Criminología de la Universidad de Montreal, en Canadá, donde también fue miembro del Centro Internacional de Criminología Comparada. También trabajó en la Universidad Internacional de la Florida, donde conoció a Laura Chinchilla Miranda, cuando ambos trabajaban en esa Universidad, en el Centro para la Administración de Justicia, siendo él Director Académico del Programa que Laura coordinaba en sus diversos proyectos en Costa Rica.

Su carrera y formación profesional le distinguió como una de las personas mejor preparadas en este campo, que le abrieron las puertas para ser consultor de las Naciones Unidas, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), institución estadounidense encargada de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior norteamericana de carácter no militar, del Banco Mundial (BM), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y la Justicia Penal (ILANUD), instituto que fue fundado en 1975 justamente en Costa Rica, y desarrollado a partir de 1977, para atender, como parte de las políticas de las Naciones Unidas, áreas de prevención del delito y la justicia penal, y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que entre sus objetivos y tareas atiende asuntos de gobernabilidad democrática y reducción de la pobreza extrema, el hambre, promover la igualdad de la mujer, y garantizar la sostenibilidad medioambiental.

En su actividad profesional, como experto, abordó temas de administración de justicia, de consejos de la judicatura, de carrera judicial, de policía judicial, de la seguridad ciudadana, de la reforma policial, de la corrupción pública, igualmente atendió el tesauro sobre criminología y la justicia penal.

Aparte de los organismos internacionales donde se distinguió, también prestó sus servicios en diversos países como Canadá, España, El Salvador, Guatemala, Panamá, República Dominicana, Colombia, Chile, Venezuela, México y Costa Rica, donde finalmente ancló su vida, al compartir su vida y casarse con Laura Chinchilla Miranda, 10 años antes de asumir la Presidencia de la República.

Tal la importancia de su trabajo criminológico en México, y por el reconocimiento que se le hizo a su aporte a la criminología latinoamericana, que su nombre se le puso a un eje vial en la Ciudad de México, el “Eje 8 Sur José María Rico”.

Laura Chinchilla, por su parte, se había venido desarrollando como consultora y Ministra de Justicia y Gracia, trabajando también en organismos internacionales, también había desempeñado el Viceministerio de Seguridad Pública, y luego como Ministra, también fue diputada y luego Vicepresidenta de Oscar Arias (2006-2009).

En la campaña electoral del 2009-2010 salió victoriosa, con un resultado electoral que duplicó a sus más cercanos contendores, con casi un 48% de votos a su favor, convirtiéndose así en la primera Presidenta electa de Costa Rica, para el período 2010-2014.

Esta circunstancia colocó a su esposo José María Rico Cueto en una posición protocolaria destacada, inédita en el país.

Hasta el 2010 solo hombres habían ejercido la Presidencia de la República. A sus esposas se les consideraba desde 1917 “Primeras Damas”, cuando por primera vez se usó ese término en Costa Rica. En Estados Unidos desde 1877 y más específicamente desde 1911 se empezó a usar este término.

Pero, ¿cómo llamar al esposo de la Presidenta? Esto no estaba resuelto, ni había una gran experiencia internacional en este sentido. Formalmente, se le debe llamar en correspondencia Primer Caballero de la República. Sin embargo, en los cuatro años de gestión de Laura Chinchilla Miranda no se le dio ese trato público. Además, él fue bastante discreto y poco protagónico en su condición de esposo de la Presidenta, como Primer Caballero de la República, y precisó con elegancia y cuidado sus apariciones públicas.

El concepto de Primer Caballero se discutió mucho, en la elección última de los Estados Unidos, cuando había posibilidad de que Hilary Clinton ganara las elecciones contra Donald Trump.

Si la Primera Dama es la esposa del titular del Poder Ejecutivo, o la mujer que cumple esas funciones en ceremonias oficiales, el Primer Caballero es el esposo de la titular del Poder Ejecutivo.

El título de Primera Dama da a la esposa del gobernante el derecho acompañarlo en sus presentaciones oficiales, y a ser tenida en cuenta en el protocolo ceremonial de Estado y de Gobierno. En el caso costarricense desde la Administración de José María Figueres se le dio más presencia en ciertos actos protocolarios a la Primera Dama, acompañando en Tribuna o en la Mesa directora al Presidente, y hasta en el Consejo de Gobierno.

En ausencia de esposa del Presidente, la posición de Primera Dama la puede ocupar, para las funciones protocolarias, la hija del Presidente, si tiene hijas, como lo hizo en varias ocasiones la hija del Dr. Oscar Arias Sánchez, en su Segunda Administración, o la madre del Presidente si es soltero, si así lo decide el Presidente. En circunstancia idéntica la condición del Primer Caballero podría ocuparla el hijo de la Presidenta o su padre.

Se discuten también los términos de “Primer Hombre”, “Presidente Consorte”, “Primer Compañero”, para el esposo de la Presidenta, aunque lo más general es llamarlo “esposo de la Presidenta”, o llamarlo por su nombre.

Al esposo de la Canciller Alemana Angela Merkel, el profesor de química Joachin Sauer, se le llama por su propio nombre, al esposo de la que fuera Primera Ministra británica, Theresa May, se le llamaba por su nombre, Philip John May. El esposo de la Margaret Thatcher no era muy público, tanto que cuando falleció, en son de sátira y burla la prensa opositora británica le llamó “el hombre a la sombra”. En otros casos los nombres de los esposos de las Presidentas o Primeras Ministros son totalmente ignorados.

El caso más complicado hoy en el escenario internacional, especialmente europeo, es el de Gauthier Destenay, el hombre que se casó oficialmente con el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, también hombre, constituyendo una pareja gay reconocida y aceptada en la Comunidad Europea. Incluso hay una foto de Gauthier Destenay acompañando a todas las Primeras Damas en una reunión de los países de la OTAN, donde posaron en Bélgica. Para la foto todos los ojos y cámaras principalmente se orientaron hacia Gauthier, el único hombre presente, en la segunda fila, para la fotografía, quien ha sido sumamente discreto en su vida pública. Parecido fue el caso de la Primera Ministra de Islandia que se casó con su novia.

En el caso de las mujeres que ocupan esos primeros planos, de Presidenta o Primera Ministro, es usual que sus esposos desaparezcan o estén en un segundo nivel sin relevancia alguna, sobre todo cuando el protocolo oficial no obliga a ello.

En Costa Rica, lo frecuente fue llamar a José María Rico como "el esposo de la Presidenta”. En algunos Estados de los Estados Unidos a los esposas de las Gobernadoras los han llamado “Primer Caballero”.

El reconocimiento de “Primeras Damas” ha sido una forma histórica de ver y atender a la mujer, su situación social, su papel. La institución de la Primera Dama, como concepto, puede seguir siendo un tema de debate, de controversia, de historia de las mujeres. Con igual razón el concepto de la institución del “Primer Caballero”.

Hasta hoy tampoco el concepto de Primera Dama o Primer Caballero no es sinónimo de funcionaria o funcionario de Estado o de Gobierno.

En el caso de la imagen o concepto de Primera Dama y Primer Caballero se funden relaciones públicas y privadas. En mucho puede ser una mirada al interior de la vida familiar de quien ejerce el cargo de titular del Poder Ejecutivo Nacional. En el caso del Primer Caballero de la República de Costa Rica, es un padre y un marido ejemplar que realiza todas las tareas del hogar, cocinar, y dicen sus amigos que lo hacía muy bien, atender quehaceres hogareños, guiar la educación de su hijo, tener una vida de familia intensa, y desde que Laura Chinchilla asumió las tareas políticas él asumió las del hogar, para que ella pudiera dedicarse a tiempo completo a la política, y a Presidencia misma, de allí su discreto papel y relevancia.

Sus amigos y quienes le trataron cercanamente destacan sus cualidades de gran compañero, de fiel y leal amigo, de persona siempre sonriente, de persona cariñosa, de gran cocinero de paellas y marisquero, de positivista, como “un verdadero caballero”, de buen sentido de humor, de gran inteligencia, de fina capacidad crítica, de ser bondadoso y jovial, de buen conversador e inteligente. Al despedirlo, al anuncio de su fallecimiento, la Presidenta Laura Chinchilla puso de manifiesto no solo su amor por José María Rico, sino que reflejó ese papel importante que jugó en su vida y en su hogar y sus cualidades: “Así te recordaré: generoso, romántico, optimista y tan jovial que reías hasta con los ojos. Adiós, mi amor”.

Tuvo José María Rico tres nacionalidades, la española, la canadiense y la costarricense.

En algunos países la esposa del Mandatario es “desconocida” para todo asunto público, como fue el caso de la “esposa” de Fidel Castro, que apareció públicamente en sus honras fúnebres. Con el actual mandatario cubano sí hay Primera Dama, Dalia Soto del Valle, que acompaña a su esposo a distintos actos públicos en Cuba y fuera de Cuba.

José María Rico Cueto forma parte de la Galería de las Primeras Damas, como Primer Caballero, de la República de Costa Rica, inaugurando esta Galería de Primeros Caballeros. Entre todas las personas que constituyen este grupo la inmensa mayoría son costarricenses, ha habido cuatro nicaragüenses, dos estadounidenses, una belga, una británica, una canadiense, una hondureña, una mexicana, una salvadoreña, una española y un español, José María Rico Cueto.

La labor de José María Rico Cueto, como Primer Caballero de la República probablemente no se valore por sus obras sociales o de beneficencia. Por su papel discreto se le debe valorar más en la huella que ha dejado en el país, desde ILANUD, y en los temas de seguridad, en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, donde incorporó esta temática, en las acciones del Consejo Nacional de Seguridad y en las medidas que condujeron a la profesionalización de la policía, al modelo de policía de proximidad, y a la construcción de la nueva sede de la Escuela Nacional de Policía, en Pococí de Limón.

Deja una obra escrita que comprende varias publicaciones, entre ellas, “Crimen y Justicia en América Latina” (Siglo XXI, 1985),, “Policía y Sociedad Democrática” (Alianza Editorial, 1983), “Las Sanciones Penales y la Política Criminológica Contemporánea” (Siglo XXI, 1987), “Justicia Penal y Transición Democrática en América Latina” (Siglo XXI, 1997), y “Seguridad Ciudadana en América Latina: Hacia una Política Integral” (Siglo XXI, 2002) y una gran cantidad de artículos y monografías.

A su muerte pocas esquelas se publicaron. Ninguna de las que vi, publicadas se referían al Primer Caballero de la República, ni siquiera la del Partido Liberación Nacional. Dos de ellas se refirieron al “esposo de la Señora Expresidenta” y, dos extienden sus condolencias a la Señora Laura Chinchilla o a la familia Rico Chinchilla.

José María Rico Cueto junto a su huella institucional en el campo del Derecho Penal y la Criminología, nos deja marcado el inicio e inaugurada la Galería de los Primeros Caballeros de la República.





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