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NACIONALES


Topomanía: Por ahora, es nuestro plan económico

Fred Blaser - | Martes 29 enero, 2013




Editorial 14

Gobierno en positivo

Análisis

Medidas cortoplacistas resuelven un problema, pero crean otro

Topomanía: Por ahora, es nuestro plan económico

El reto es hacer más eficiente el Estado

Para calmar a los prestatarios, el gobierno empuja hacia abajo las tasas de interés, lo que aumenta el costo de varios servicios.
Para aplacar a los exportadores, el gobierno hace bajar el precio del colón respecto al dólar, lo que de nuevo empuja al alza las tasas de interés.
Es como un juego de topomanía, en el que se golpea un topo, solo para que aparezca otro.
Mientras tanto, permanece el principal problema económico del país, con el que nadie quiere lidiar: un gobierno que en los últimos tres años gastó ¢3 billones más de lo que ingresó, y que este año perdería ¢1 billón más.
Con tanta deuda, las tasas de interés reciben presión al alza, así como en el valor de la moneda nacional.
Por cierto, a finales del año pasado, miles de prestatarios se quejaron de enfrentar tasas de interés de casi el 20%.
Como respuesta, el gobierno ordenó a los bancos del sector público pagar intereses menores a varias instituciones autónomas, así como a algunos fondos de pensiones.
Con eso, las tasas bajaron, pero surge otro topo.
Con un retorno menor en sus inversiones, las autónomas tendrían que aumentar los precios de gasolina y electricidad, así como otros productos y servicios, que ellas brindan a los costarricenses.
Además, las pensiones de decenas de miles de personas valdrían menos.
En lo que al tipo de cambio se refiere, hay una gran demanda para la moneda nacional.
Para financiar su deuda, el gobierno vende bonos a los costarricenses.
Al endeudarse más, el gobierno paga mayores intereses, que por cierto el año anterior llegaron a un nivel tan alto, que atrajeron a inversores extranjeros.
Para que esas personas compren los bonos, necesitan colones.
Conforme ellos piden más colones, sube el valor de la moneda, al punto que los exportadores costarricenses pierden competitividad al vender sus productos o servicios.
Para que eso no pase, el gobierno quiere prohibir que los extranjeros compren los bonos que el Estado mismo está emitiendo.
Con esta medida, habría menos presión en el colón.
Sin embargo, saltaría un topo más.
Si el gobierno no puede financiar sus pérdidas con la plata prestada en el extranjero, tendría que pedirla en el mercado nacional.
Con menos potenciales compradores, el gobierno se vería obligado a ofrecer tasas de retorno cada vez mayores, para que los costarricenses dediquen más de sus ahorros a la compra de los bonos.
Conforme el gobierno les dé a los inversores nacionales una compensación mayor, subirían las tasas de interés que pagamos todos, así que regresamos al inicio del juego.
Para el gobierno, el objetivo es sobrevivir hasta mayo de 2014, sin que estalle una crisis económica.
Es probable que cumpla con esta modesta tarea.
Sería más provechoso para el país, si el gobierno utilizara el tiempo que le queda para negociar un acuerdo histórico.
Se trata de una reducción en sus gastos, a cambio de una mayor contribución al desarrollo nacional, de parte del sector productivo.
Con eso, se acabaría en gran parte con los problemas de las tasas altas, así como de un colón caro.
De lo contrario, seguiremos golpeando los topos.

Fred Blaser
Co presidente
República Media Group







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