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COLUMNISTAS

Día Internacional de la Protección de Datos

Mauricio París [email protected] | Jueves 27 enero, 2022


El 28 de enero de cada año se celebra el Día Internacional de la Protección de Datos Personales, en conmemoración de la aprobación, en 1981 del Convenio 108, primer y único tratado internacional sobre la materia.

Mientras a nivel internacional los temas relacionados con Protección de Datos gravitan entre los modelos de liberalismo tecnológico de los Estados Unidos, paternalismo europeo y autoritarismo chino, el 2022 también será un año crucial para el futuro de la Protección de Datos en Costa Rica. Hablamos de un derecho de primera necesidad en un contexto en donde las empresas más grandes del mundo utilizan la información personal como materia prima, y en un país en donde los poderes públicos ejercen gran presión para procesar cada vez más datos personales de los ciudadanos.

Luego de que los últimos dos años se vieran marcados por los principales casos de violación de la intimidad y privacidad de los costarricenses, con los casos UPAD y FARO, algunos temas en Protección de Datos que se proyectan de gran interés y sobre los que se debe mantener el ojo público afinado durante el año 2022 son los siguientes:

1. Reforma a la Ley de Protección de Datos Personales. El Proyecto 22.388 impulsado por PAC ha recibido múltiples observaciones, comentarios y críticas de instituciones, organizaciones y expertos. El Proyecto pretende reformar el marco regulador de la protección de datos en el país, incluyendo el funcionamiento de la Agencia de Protección de Datos Personales (PRODHAB). Lejos de ser una reforma integral, es básicamente la Ley actual con la inclusión de algunas figuras y conceptos actualizados. Dentro de las principales críticas que se le formulan al proyecto están: 1) Establece multas desproporcionadas de hasta un 4% del volumen de ventas global de las empresas, mientras que no prevé sanciones relevantes cuando es el Estado quien incumple la legislación. 2) Abre la posibilidad de que los poderes públicos se intercambien datos personales de los ciudadanos sin un verdadero control, con el único requisito de que firmen convenios institucionales. 3) Pretende trasladar la PRODHAB a la Defensoría de los Habitantes, lo que presenta roces de constitucionalidad, ni tampoco le garantiza a esta Agencia unos recursos suficientes que le permitan cumplir con sus funciones. Es un proyecto insuficiente para las necesidades del país.

2. Proyecto de Repositorio de Datos Biométricos. El Proyecto número 21.321 pretende centralizar en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) la recolección y tratamiento de datos biométricos de todos los ciudadanos, permitiendo el acceso irrestricto (sin intervención judicial) de tales datos a los cuerpos de policía, el OIJ, el Ministerio Público y la Dirección General de Migración. Los datos biométricos son especialmente sensibles porque permiten la identificación unívoca de las personas, y han sido utilizados en sistemas de reconocimiento facial y videovigilancia altamente intrusivos. El Proyecto pretende que el TSE comercialice un módulo de consulta de datos biométricos que atribuiría a Costa Rica la nada honrosa condición de ser el primer país del mundo que comercializa libremente los datos biométricos de su población, incluyendo menores de edad e incluso turistas. Pese a la oposición abierta desde distintos sectores, el Proyecto avanza en la Asamblea y fue dictaminado de forma unánime por la Comisión de Gobierno y Administración en octubre de 2021.

3. Pasaporte biométrico. La Dirección de Migración pretende lanzar en el primer trimestre de 2022 un nuevo pasaporte que incorpore un sistema inteligente de datos biométricos, que incluirá un chip con la biometría del rostro y las huellas dactilares de todos los costarricenses. Este proyecto, que, adecuadamente implementado podría resultar de gran conveniencia para el país, irrespeta el marco jurídico, ya que según ha resuelto la Procuraduría General de la República, el tratamiento de datos biométricos solo puede darse mediante una ley habilitante, y esta ley no existe. Adicionalmente, Migración no ha sido capaz de explicar las medidas de seguridad que adoptará para que los datos biométricos de todos los ciudadanos se encuentren a buen resguardo en sus servidores. Por último, Migración ha indicado que no descarta compartir esos datos con fuerzas policiales e incluso, con otros países, sin que exista ninguna norma que regule su utilización.

4. Nueva Dirección de PRODHAB. El cambio de administración que se avecina debería traer un cambio en la Dirección de la PRODHAB, entidad que ha estado en serio entredicho en los últimos años por su nula o errática participación en los casos UPAD y FARO. PRODHAB recibe una cantidad importante de denuncias anuales, pero no las resuelve. La población no encuentra respuestas en PRODHAB, que se ha convertido en un fin en sí mismo. Una nueva dirección de PRODHAB requiere de un concurso público y el nombramiento de una persona independiente y capacitada que lidere la transformación y genere la credibilidad que dicha organización requiere.

5. Otros. Será de gran interés para la población el avance de las investigaciones penales y administrativas de los casos UPAD y FARO, así como la vigilancia respecto del tratamiento de datos personales relacionados con la pandemia, en especial el uso de los datos personales relativos a la vacunación, el Código QR y las iniciativas internacionales de pases sanitarios de vacunación. Por último, el proyecto de ampliar la información del Centro de Información Crediticia (CIC) de la SUGEF para que se deban reportar todos los créditos concedidos por entidades particulares no reguladas representa una intromisión a la vida privada de los costarricenses que debe ser adecuadamente ponderada y regulada.

Luego de dos años marcados por los escándalos en materia de Protección de Datos, rescatamos la importancia que los ciudadanos le han dado al tratamiento de sus datos personales. El repudio mayoritario a la intrusión ilegítima de los poderes públicos en la vida personal de los costarricenses es evidencia que la privacidad es un valor muy presente en nuestra sociedad, aun y cuando algunas voces quieren hacernos creer que la privacidad es un valor obsoleto en la sociedad de la información.

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