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Lunes, 16 de diciembre de 2024



COLUMNISTAS


El que obedece nunca se equivoca

Luis Mastroeni [email protected] | Viernes 15 noviembre, 2024


Aunque la frase del título no siempre aplica, si hablamos de generar un negocio sostenible en el tiempo deberíamos obedecerles a los datos, a las buenas prácticas y a las nuevas condiciones para operar. De esa forma no pondríamos en riesgo la generación de valor a largo plazo.

Cuando notamos que hay tantos datos en el entorno que evidencian ampliamente que solo es posible hacer negocios que perduren si aplicamos acciones contundentes que vayan de la mano con el ambiente y la sociedad, pero no obedecemos, podríamos equivocarnos y, en algunos casos, hacerle mucho daño a la empresa.

La obediencia no debe ser ciega, pero en el caso de la sostenibilidad hay mucha información que nos aleja de tomar acciones a la ligera o sin respaldo. Obedecer en este caso siempre es acertado, pues hay muchos ejemplos en los que la gestión de triple impacto funciona.

Cuando hablo de no equivocarse, ¿a qué me refiero? Puedo citar varias equivocaciones que hoy en día se dan y que están poniendo en jaque la continuidad de las empresas:

1. Creer que escuchar a las partes interesadas no es necesario: Cuando se obedece a criterios como los de ISO 26000 o GRI, nos damos cuenta de que sin el parecer de las partes interesadas (colaboradores, comunidades, proveedores, etc.) es fácil equivocar ciertas acciones que le pueden generar ganancia al negocio, pero que deterioran las relaciones y estas pesan más a largo plazo.

2. Creer que el tema no es parte de la agenda del CEO: No es correcto que el CEO y la Junta Directiva estén desconectados de estos temas. No poner el tema en la agenda de prioridades de la alta dirección, es otra desobediencia.

3. Cadena de abastecimiento: Darle la espalda a los datos que nos indiquen que no es posible ser sostenible si no tomamos en cuenta a la cadena de valor, es un gran sin sentido.

4. Límites planetarios: No obedecer a los datos que nos indican que estamos llegando a momentos en los que el planeta y los ecosistemas nos dicen que necesitan un respiro y que no tiene sentido seguir creciendo ilimitadamente en un mundo tan limitado.

5. Nuevas generaciones: Los datos que nos piden reaccionar ante los jóvenes que están exigiendo un cambio en la forma en que se gestionan las empresas son evidentes y abundantes. No hacerles caso, es la ruta hacia el fracaso.

Las buenas prácticas de decenas de empresas que han hecho caso están a la orden del día. Cada vez más las organizaciones andan en busca de personas que lideren a los equipos que gestionan el cambio hacia el triple impacto. Basta con echar una mirada a LinkedIn para ver la cantidad de puestos de este tipo en el mercado y la cantidad de posiciones que se dedican a esta materia.

En este proceso de obedecer los datos y las buenas prácticas siguen estando ausentes las más relevantes: las Juntas Directivas. La decisión es sencilla: hágales caso a los datos y no equivocará el destino de su negocio.

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