Más autonomía educativa y menos papeleo
Rodolfo Piza | Miércoles 20 abril, 2016
Costa Rica es el país del mundo que mayor proporción del gasto público dedica a la educación (35%), y es de los países donde más ha aumentado el gasto en educación como porcentaje del PIB
Más autonomía educativa y menos papeleo
Si repasamos los mejores países de las pruebas PISA (que miden las habilidades en matemáticas, ciencias y lectura), descubriremos que no hay un único camino para el éxito educativo.
En Finlandia, ser maestro es un honor, su selección es más exigente y existe mayor acompañamiento a los alumnos, según ElEconomista.es. En Japón, los alumnos tienen una fuerte tradición de aprendizaje memorístico y una disciplina estricta. La inversión tecnológica y la disciplina marcan su educación. En 2014, Corea del Sur fue el país con mejores resultados. El 93% de los estudiantes de secundaria se gradúa a tiempo. No existe fracaso escolar. El éxito educativo de Singapur, se atribuye al mérito y al bilingüismo. En Estonia, el emblema ha sido la tecnología, la penetración de las TIC en el aula y bilingüismo. A partir de los siete años, los niños aprenden a programar. En Holanda se sustituyen los libros por los Ipads.
En Shanghái (China), el éxito se atribuye a las 13 horas diarias de estudio. En Suiza, la educación depende de los cantones: ellos eligen desde la estructura hasta las fechas vacacionales. Su éxito radica en la apertura del sistema, así como a la multiculturalidad, y la combinación de la formación profesional con la universidad tradicional. Por la motivación del profesorado, el fracaso escolar es muy bajo.
En Canadá se valora la evaluación continua. El sistema hace partícipes de la educación a estudiantes, profesores, padres de familia, miembros de la comunidad y autoridades. En lugar de castigar el fracaso, se centran en motivar al alumno y solventar las carencias educativas. Ofertan asignaturas para que los alumnos decidan y enfoquen su formación a sus intereses.
Si hemos de ver más lejos, debemos pararnos en los hombros de esos gigantes, no para copiar, sino para juzgar mejor sobre lo que nos conviene; es decir, para extraer enseñanzas para forjar nuestro propio camino.
Costa Rica es el país del mundo que mayor proporción del gasto público dedica a la educación (35%), y es de los países donde más ha aumentado el gasto en educación como porcentaje del PIB (7,3% contra un promedio del 6,1% de la media de los países ricos). En dólares, somos el segundo país que más gasta por estudiante de la América Latina.
El cambio más significativo en educación no puede venir por más inversión (ya estamos cerca de la meta constitucional, y en el límite de las posibilidades fiscales), sino por un cambio en la forma en que la abordamos y educamos. Debemos dar más poder en el aula a los maestros y profesores, más poder en los centros educativos a los directores y padres de familia, más poder al Consejo Superior de Educación y menos poder a los gremios y a los ministros.
Es necesario desconcentrar mucho más y otorgar mucho más autonomía a los centros educativos, apostarles más a las tecnologías; concentrarnos ante todo en alcanzar las metas y menos en los procedimientos; más en la enseñanza y menos en el papeleo.
Rodolfo E. Piza Rocafort
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